6.8.10 , 16:12

Anoche lloré. Podía traducir lagrima tras lagrima pasar sobre mi mejilla y terminar dormidas en mi almohada.
Lloraba, y lloraba como nunca he logrado llorar. Me sentía tan pequeña tan ilusa, y por sobre todo... Estúpida. Como siempre culpable de todos los errores que suceden a mi alrededor, la mas torpe de todos!
Y entre gritos de dolor, pena, desesperación y sentimientos de culpa... pude pronunciar palabra al fin.
"LOS EXTRAÑO.. TE-EXT-RRAÑO-MUU-CH-OOO"
Comencé a repetirlo una y otra, y otra vez más, como que fuera esto a traérmelo de nuevo, a mi lado.
Tomaba mi rostro entre las manos, y gritaba... lloraba desesperada, rasguñaba mis mejillas aunque no me causaba dolor.
En la desesperación agarre fuertemente unos mechones de pelo, y comense a tironear de ellos.
Mi cuerpo comenzó a temblar, mas y mas. Mi cabeza se agitaba, debía pararla, ya que el dolor era insoportable.
Me agite, los gritos me aturdían...
Era un hoyo negro profundo en el cual caía. Los gritos desaparecieron por completo.
Todo se torno blanco, incandescente. Él me sonrió, con la misma paz que tan bien me hacia.
"Estoy bien" me confesó "Estamos juntos de nuevo"
La oscuridad volvía, lentamente. Hasta que toda esas imágenes, recuerdos, fueron sustituidas por mi habitación.
Me senté en la cama, preocupada. Todo el dolor desaparecía, la almohada se hallaba seca. Y como siempre las sonrisas frescas de la pared se dirigían a mi.
Miré la ventana y aunque ya el sol comenzaba a salir, los ronquidos de mi hermana aun se oían. Volví a acostarme cerre los ojos, pero no dormí.

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