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21.4.10
, 19:07
⇨Y que pasaria con el amor luego? Recorrió el patio de la casa con la mente hecha un embrollo, no sabia que sentía. Ella lo observaba desde la ventana, él lo sabia pero no quería mirar. Ya hacia como un mes desde la ultima vez que ella le intento seducir: él se encontraba en la cama leyendo su libro favorito, cuando escuchó unas débiles carcajadas desde la puerta. Ella acababa de bañarse y con un mini short de jean, una remera manga corta demasiado holgada que dejaba ver su biquini, atravez del cuello, y la toalla enroscada en su cabeza, comenzó a acercarse. Él supo lo que buscaba, así que dejó el libro con su marca y se sentó en la cama, le miró fijo. - Una vez más lo quieres intentar?- le tenté - No lo sé, dime si vale la pena, o será como las demás... Su voz, con la que le hablaba en esos momentos, le hacia perder el control, pero por algún motivo que desconocía, no lo perdía por completo. Su caminar era pausado y lo mas lento que podría caminar alguna persona, de alguna manera se podría decir que le desfilaba y a la vez le bailaba. Debía de hacerle pisar el palito, como diría su padre, pero él no era una hueso fácil de roer, como diría su abuelo. - No lo valdrá, te he repetido lo de mi promesa como cuantas? unas ochenta veces?- bromeó a la vez que le examinaba de pies a cabeza. Su instinto contradecía sus principios. - Lo sé, pero no logro a hacerme a la idea de tendré que casarme contigo...- rieron por lo bajo. - Osea que estarías dispuesta a contraer matrimonio con migo solo por esto? No crees que es un tonto cambio? Eso no le cayó muy bien. Algo anduvo mal en todo aquel plan que ella había ideado antes de meterse a bañar. - Si lo tuyo no es amor? Por que? Solo lo harías por sexo?- preguntaba una por una cuando la tubo en frente y debió levantar la cabeza- Tanto me deseas? o más bien... Tanto me detestas? - Él supo que la que cayó esta vez fue ella. No se resistió, y con tanta pasión que había acumulado le tomo por la frente, se le inclino la cabeza, y debió agacharse un poco mas ella y le besó. Él solo le tomo de la cintura y le siguió el ritmo. Luego giro y salió con un ligero azote de la puerta. Él quedó en la cama y se tumbo para acomodar imágenes y pensamientos. Sentado el el banco del patio, tan confundido no lograba entender que le había pasado a ella. No es que él deseara que ella lo siga tentando, bueno... en gran parte si. Pero, pero le inquietaba tanto, ella era tan apasionante e intrigante, deseaba mas de ella. Lo que no sabia era que ella también. Mientras que ella se engañaba cada vez mas en que solo quería que él rompa su promesa, no se dio cuenta que poco a poco se enamoró. Poco a poco aquella búsqueda incansable la consumió, y aunque habían pasado unos seis meses de que viva con él y su familia, él encontró la forma en que con pocas palabras y solo un beso pudo lograr meterse dentro de su piel hasta llegar a su corazón y ocupar del todo sus pensamientos. Ella le observaba desde la venta del cuarto. Y esa extraña razón por la cual sentía contemplar algo hermoso le volvía loca, por primera vez había experimentado el amor. El amor que va mas halla de pasar la noche en la cama del chico que le pareció atractivo. Aquel amor que no le dejaba esconder la sonrisa al verle, aquel amor que aceleraba su corazón cuando escuchaba la voz de él en el cuarto con su guitarra. aquel amor que la hacía temblar de pies a cabeza al recordar la sensación que tubo la ultima vez que le beso. Aquel amor que debía confesarle. *Y aqui va la segunda parte de Y así ella jugó con el, esperen la tercera :) Etiquetas: a minific |